Éstos están siendo unos días raros. Sentimiento y dedicación vacíos...
Cuando me doy cuenta, el hundimiento, brutal y conciso,
se apodera de esa cabeza hasta llevarla a la locura,
al pasotismo desenfrenado, premeditado e inevitable.
Finalmente, y sin ganas de estrujar más una masa gris vacía,
asumo que, desde la impunidad del control, estamos programados.
+1. Me siento absolutamente igual. Estoy harta de todo.
ResponderEliminar